El final de la
temporada estival se acerca, aunque todavía quedan unos privilegiados que
deciden tomarse el período vacacional en septiembre. Sea como fuere el grueso de la población
retomará en breves su actividad.
Y, ¿qué es lo que hay a la vuelta de
vacaciones? El ya muchas veces denominado síndrome
postvacacional . Se puede definir como el estado que se produce en el
trabajador al fracasar el proceso de adaptación entre un periodo de vacaciones
y de ocio con la vuelta a la vida activa. Aunque también sea extrapolable al
estudiante, suele afectar a trabajadores de menos de 45 años. Se estima que en torno al 30% de los
trabajadores sufre estrés posvacacional.
Este síndrome puede presentarse de diversas
formas. Con síntomas físicos como
cansancio generalizado, fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito
o de concentración. Síntomas psíquicos
como irritabilidad, tristeza, falta de interés o nerviosismo.
Pero existen formas para combatir este
síndrome, y aunque puedan resultar extrañamente contradictorias, son las realmente
recomendables.
Levantarse pronto unos días antes de reincorporarse
De esta manera, al trabajador le resulta más fácil la
vuelta al día a día, ya que se adapta con anterioridad a los horarios
habituales.
Ver el lado positivo
Si se interpreta de forma positiva el fin de las
vacaciones, resultará más sencilla. Esto es posible si se evita pensar que el
trabajo es una carga y se enfoca desde otra perspectiva.
Poner el despertador cinco o diez minutos antes
Sobre todo los primeros días de readaptación, el salir
antes de la cama ayuda a tener más tiempo para ir al trabajo, evitando así
prisas y estrés.
Empezar fuerte
Cuantas más cosas tengas para
hacer el primer día mucho más sencillo será la adaptación, ya que no te dará
tiempo a ponerte a pensar en lo bien que lo estabas pasando de vacaciones.
Además nada de reservarse unos días de las vacaciones para descansar, lo mejor
es empezar cuanto antes las tareas profesionales para no bajar el nivel de
energía.
El secreto está en la mente
Lo que pensamos o dejamos de pensar tiene un papel
importante a la hora de conformar nuestra visión sobre lo que nos rodea. De ahí
que sea importante hacer un esfuerzo para no contemplar la vuelta al trabajo
como un acontecimiento gris.
El papel de la empresa
Las empresas deben aprender a
gestionar el estado emocional de las plantillas para evitar los casos de depresión
posvacacional. Esto pasa por no exigirle el máximo al empleado desde el primer
minuto de su vuelta. Incluso pequeñas modificaciones en el mobiliario o
decoración pueden hacer que el trabajador perciba ese cambio y sienta que no es
una continuación sino una nueva etapa. Aunque sea en el mismo lugar esos
pequeños cambios favorecen a la adaptación al entorno.
Realizar actividades saludables
Finalmente, aunque no sea algo directamente
relacionado con el trabajo, hacer deporte y llevar una buena alimentación
influye. Por eso, es algo que tampoco se debe descuidar los primeros días de
regreso.