Hace unos cuantos posts, hablamos de la importancia de la
herramienta CRM en una empresa. Pues bien en esta publicación nos centraremos
en una nueva vertiente del marketing como es el Marketing Relacional, y su manejo a
través del CRM.
El Marketing Relacional, poco a poco se ha ido
desmarcando del Marketing Tradicional. Ahora se centra en la búsqueda de la
satisfacción de los clientes de forma integral y a largo plazo. Se podría
identificar al Marketing Relacional como un proceso que integra la atención al
cliente junto a la calidad y marketing.
Ahora la venta de un producto no es el fin del proceso,
sino que con el Marketing Relacional, se considera el principio de una relación
duradera con el cliente (un ejemplo palpable de marketing relacional, se puede
considerar a un gran servicio postventa en el sector del automóvil. Si la casa
trata bien al cliente, y no sólo durante el tiempo que dure la garantía, éste
no dudará en volver al servicio oficial para revisiones y otros servicios).
Se fundamenta en la idea de establecer con cada cliente
una relación de aprendizaje, que se torna más inteligente en cada interacción.
Debe tenerse en cuenta que los clientes, ya sean consumidores u organizaciones,
necesitan exactamente lo que necesitan, y las tecnologías interactivas y de
base de datos hacen que sea posible responder a estas demandas.
Este tipo de marketing utiliza entre sus herramientas el
CRM, que busca recolectar información comunicando además los beneficios y
soluciones que ofrece la empresa en base a las necesidades.
La combinación del CRM con el Marketing Relacional debe
de dar como resultado, la satisfacción del cliente, tratando sus necesidades
como únicas y que él mismo así lo sienta.
El CRM es una estrategia muy útil que se puede implementar para
conseguir una relación con los clientes en base a la personalización de
acciones, orientación al cliente y otras opciones.
Entre los principales beneficios de la empresa que ofrece
este tipo de promoción se encuentra la diferenciación con la competencia a
través de la satisfacción de los propios clientes, se puede además detectar
clientes no satisfechos de manera que se pueden recuperar además de conseguir
la mejora continua y optimizar mejor la cartera de clientes de la empresa.
Gracias a la conjugación de estas herramientas, la
empresa mejora su imagen a ojos del cliente, ofreciendo una mayor satisfacción
y consiguiendo una nueva forma de fidelización.